Un nuevo día una nueva sonrisa

Lentamente abre sus bellos ojos negros como el azabache ¿El culpable? un travieso rayo de sol que juega a acariciarle el pelo, los parpados, la curva de su sonrisa, su piel sedosa que cubre un alma pequeña y luminosa.
Poco a poco se incorpora, sin prisa, saboreando todas las sensaciones que le produce el inicio de una nueva jornada de su corta pero intensa existencia.
La suave melodía del viento y el alegre cantar de los pájaros hacen que en su joven rostro se dibuje una tímida pero sincera sonrisa, no había duda alguna este seria un gran día.

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